Breve mirada a la poesìa visual uruguaya
by Juan Angel Itaiano

“El ancho margen” (2015 – eDc / https://archive.org/details/EIAnchoMarqenJuanAnqelltaliano) es una compilación de trabajos de más de cien artistas uruguayos, poseedores de obras que transitan la fusión de lo verbal con lo visual y los posibles grados de maridaje en la supremacía de uno sobre otro ítem. La selección parte de 1835 al presente de la edición y en la introducción al trabajo citado, explico los criterios de selección, la definición que planteo para el término “poesía visual”, la dificultad de establecer límites claros que demarquen la inclusión o no, de algunas obras, señalo la diferencia con la “poesía ilustrada” y como también en un punto, “la visual” y “la ilustrada” comparten elementos en común.

Esta “breve mirada” busca señalar algunos nombres de esa larga lista de autores, que como un “mojón” marcan cambios o se convierten en obras referenciales e ineludibles para entender el desarrollo de este tipo de trabajos en el Uruguay.

Francisco Acuña de Figueroa(1791-1862) uno de los grandes vates de la literatura uruguaya, poeta neoclásico por excelencia, supo transitar diversos géneros como la poesía satírica, o los diversos “artificios literarios”: caligramas, laberintos, acrósticos, etc.

Dick Higgins en su libro “Pattern poetry: Guide to an Unknown Literature” (1987 – State University of New York press) lo señala como el autor de caligramas más prolificode su tiempo. En dicho trabajo, Higgins investiga sobre la publicación pòstuma de los doce tomos de “Obras completas” (1890 – Vázquez Cores, Dornaleche y Reyes), señalando los caligramas allí reproducidos, como por ejemplo esta “copa” y esta “botella” con contorno.

 

Ya a fines del S. XVIII en Europa, los periódicos incluían secciones bajo el título genérico de “juegos de ingenio”. Allí, para entretenimiento y solaz del lector se incluían diversas “formas difíciles de ingenio literario” como las define Rafael de Cózar en su libro “Poesía e Imagen”  (1991 – El Carro de Nieve) (“rompecabezas” de formas geométricas que nos remiten al “cuadrado Sator”, “saltos de caballo ” que nos recuerdan el “Liberde laudibus sanctae crucis “de Rabano Mauro. Acrósticos, charadas, fugas de vocales y consonantes, revoltijos , logogrifos y jeroglíficos). En la prensa escrita uruguaya del siglo XIX, como así también en el espacio social de las tertulias , lo lúdico ocupaba un espacio “no menor”. Los juegos de ingenio , las secciones de entretenimiento, la competencia por solucionar o responder problemas, ocupaba ese espacio que hoy nos da la televisión , la radio o las redes sociales. Las “fruslerías” a las que hace mención Armando Pirotto en el prólogo a la “Antología de Francisco Acuña de Figueroa” (1965 – Biblioteca Nacional) y los Ingeniosos y pueriles pasatiempos de la poesía colonial”al decir de Alberto Zum Felde en el tomo uno de su “Proceso Intelectual del Uruguay y crítica de su literatura” (1930 – Imprenta Nacional Colorada), deberían ser reconsiderados por la crítica canónica literaria. En estos espacios se desarrollaron formas literarias, que traen un largo bagaje histórico y que cabría considerarlas para entender el desarrollo de la moderna poesía visual. Incluimos algunos ejemplos publicados en la publicación “Rojo y Blanco” aparecida en 1900

“La Troupe Estudiantil Ateniense” surge en Montevideo en 1922, es un grupo desenfadado de estudiantes de la Facultad de Derecho, que desarrollarán una ininterrumpida y exitosa carrera hasta 1930. El carnaval, el vaudeville, la parodia, el varieté, son las áreas en que se mueve con holgura esta agrupación humorística. En los años 1931 y 1932 organizan el “Salón de Harte Ateniense”, primero y segundo respectivamente. Siempre, en el marco de la parodia y el humor, imitan a las vanguardias plásticas y literarias de la época. Es en el último Salón, que además de la exposición de cuadros, publican el “Primer libro neosensible de letras atenienses. Aliverti Liquida, Apto para señoritas” (1932 – edición de autor). Ya desde el título, que parodia al famoso catálogo de la conocida tienda montevideana,el libro resalta por su ingenio tipográfico y toda la utilización de metatextos, publicidades, su clara vinculación a las “parole in liberta” del futurismo italiano y lo caligramático del dadaísmo. A pesar de que la intención era la de parodiar a las vanguardias, este libro se convierte en una pieza extraordinaria, que entiende y maneja correctamente las nuevas miradas del avant gardé poético. No se conocen repercusiones u obras derivadas a la inmediatez de su publicación, además la crítica literaria obvió reseñarlo o comentarlo. Recién en la década del sesenta, algunas de las obras de este libro serán publicadas en la revista “Los Huevos del Plata” (1967 – n° 8 y n°9) hasta su total reedición en el 2012 por la editorial “Yaugurú”.


En el año 1960 el pintor Ernesto Cristiani (1928 – 1989) decide ¡ncursionar en la literatura, publicando un pequeño libro titulado “Estructuras” (1960 – edición de autor). La escasa y negativa repercusión de la crítica, desalienta al autor, quien vuelve a volcar su trabajo en el campo de la plástica. Esta singular pieza, que al decir de Clemente Padín, rompe con la ortodoxia del realismo y la poesía conversacional, impuesta por la Generación del 45. o sea “…poetizar a través de formas de expresión sintéticas, ideogramáticas y sincrónicas” como señala en el epílogo a la reedición de “Estructuras” (2008 – Yaugurú). En el artículo realizado por N N Argañaraz y Magaly Lavandeira, titulado “Ernesto Cristiani un poeta silenciado” (1982 – revista O Dos) es el propio Ernesto quién explica la idea del libro: “(los neoplasticistas holandeses) Fue el último movimiento con el que gocé plenamente la pintura. Su planteo es el de trabajar con ortogonales, perpendiculares. Si se observan las palabras de mi libro, se ve que se trata de formas geométricas. P.ej., en el poema “sol-mar-sor tenemos 2 circuios y 1 plano y así sucesivamente…”Argañaraz en su libro “Poesía visual uruguaya” (1986 – Mario Zanocchi) comenta que este trabajo fue concebido entre 1954 y 1956 y que el autor, en ese entonces, desconocía los experimentos de la poesía concretista brasilera. También señala que Eugen Gomringer hace referencia en su libro “Concrete Poetry” (1986 – Indiana University Press) del rasgo “¡nternacional-supranacionar de la poesía concreta.

En 1953 Leonilda González, Nicolás Loureiro, Susana Turianski, Aída Rodríguez y Beatriz Tosar dan forman al “Club de Grabado”, una asociación cultural en torno a la difusión del grabado, sustentada por un conjunto de socios que recibirían mensualmente un trabajo. En un folleto de 1956 puede leerse su declaración de principios: “Sobre la base de que por medio del grabado se puede llegar a los distintos sectores del pueblo, manteniendo despierto su interés por las manifestaciones artísticas, y de que sólo de la consubstanciación del artista y el público nacerá una expresión popular y auténticamente nacional, se ha creado el primer Club de Grabado del Uruguay”. La institución funcionó por más de cincuenta años y publico una incontable cantidad de trabajos, numerosos autores y diferentes técnicas fueron promovidas durante ese lapso. Lo verbal no le fue ajeno en la producción y hay incontables trabajos en los que las obras transitan la poesía ilustrada y la poesía visual.

A esto hay que sumarle que en 1964 durante la quinta “Feria Nacional de libros y grabados”, organizadaza por la poeta y gestora cultural Nancy Bacelo, se produce el primer “Salón del poema ilustrado” en la que integrantes del “Club de Grabado” trabajan a partir de textos poéticos. En una fotografía que registra la exposición, puede verse como los trabajos oscilan entre la poesía ilustrada y la poesía visual. Luego agregamos dos grabados de Leonilda González de 1971 y dos de Mabel Pérez (1977 y 1979) estrechamente vinculados a la estética de la poesía visual.

Clemente Padín (1939) es docente y licenciado en letras, su trabajo en el campo de la poesia visual, la performance, el artecorreo, el net art, el video-arte, se complementa con el de editor (“Los Huevos del Plata” (1965-1969), “Ovum 10″ (1969-1972). “Ovum” (1974-1976), “Participación” (1984-1986) y “Correo del Sur” (2000-2003)) y con el de investigador y crítico, publicando libros y artículos en variados medios y formatos. Su vinculación a la poesía visual empieza con la publicación de su segundo libro, N. N. Argañaraz comenta en “Poesía visual uruguaya” (1986 – Mario Zanocchi) “…en él se ve al poeta más ligado a la vanguardia de la época. En efecto, allí figura el poema“Alicia en llamas”, que presenta recursos propios de Cummings, Pound y el concretismo brasileño. “El texto mencionado pertenece a su segundo libro “Los horizontes abiertos” (1969 – Los Huevos del Plata) en cuya tapa se reproduce un trabajo visual de su serie “Signografías y Textos” realizada entre 1967 y 1970. Sobre ellos escribe Argañaraz: “…son poemas visuales no semánticos, en los cuales se intenta incorporar los elementos de superficie como constituyentes del texto. Asi, las letras con sus diversas formas, que formarían parte de la artes plásticas, pasan a formar parte del poema, readquiriéndose, de este modo, el significado visual perdido desde que se estandarizó la página impresa y la escritura se volvió una mera función del sonido”.Cabe acotar que además de la importancia de su extensa y variada obra, la importancia de Padín radica también en su constante difusión e investigación en el campo de las prácticas experimentales. Incluimos algunos trabajos de la serie “Signografías y Textos”. (Texto I – 1967, Signografía XI – 1970, Texto XIII – 1969, Texto V – 1968).

Amanda Berenguer (1921 – 2010) fue una escritora con un extensa y variada obra literaria, principalmente poética. Sobre la misma, reflexiona Carina Blixen en el capítulo “Amanda Berenguer. Poeta en metamorfosis” publicado en el libro “Historia de la Literatura Uruguaya contemporánea. Tomo II: Una Literatura en movimiento” (1997 – Banda Oriental): “…Ha sido una constante de su actitud estética buscar expresarse a través de formas no solamente lingüisticas. Desde el teatro, el audiovisual, el video, el disco o distintas formas de espectáculos integradores, ha generado“hechos estéticos“, surgidos en la exploración de la expresividad de la palabra, en interacción con otras esferas artísticas y en diálogo con distintos sistemas de comunicación.” Una de sus obras más importante en el campo de la poesía visual es “Composición de lugar” (1976 – Arca) de él escribe Clemente Padín en un artículo titulado “Poesía experimental uruguaya” (1987 – Revista Sur. n°1) “…connota la búsqueda expresiva del acróstico y, en algunos casos, del ideograma, con una tendencia de estructuración geométrica.” Este libro también fue reseñado por Dovilé Kuzminskaité, para el ensayo: “Amanda Berenguer: géneros entretejidos” aparecido en “Anales de Literatura Hispanoamericana, volumen 43. Número Especial 47-55 (2014 – Universidad Complutense de Madrid) Allí dice: “Composición del lugar (1976) es un libro de Amanda Berenguer que introduce diversos juegos formales en su poética. Es un libro singular por su estructura, dado que aquí el lector se encuentra no solo con poemas visuales, sino con vahantes de un mismo poema: todos los poemas tratan el mismo tema -la puesta de sol sobre el mar en distintos días-. Amanda Berenguer coloca a su lector en una posición peculiar, al margen de dos géneros: en phmer lugar, se da un textoconvencional” y también se dan dos textos visuales desarrollados conforme a distintas estrategias creativas (se introducen símbolos matemáticos, juegos con diferentes tipos de letras y su colocación en el espacio, etc.)” y realiza el interesante comentario:“El carácter polifónico de la poesia visual lleva a un destino que es frecuente: el sinsentido (pensamos en la eschtora argentina Mirtha Dermisache, cuya obra se acerca al“grado cero de la eschtura”, debido que se basa en puro grafismo). En el caso de Amanda Berenguer este rasgo podría estar asociado también con la época en la que se publicó el libro: 1976, porque el año 1975 en Uruguay fue el año más represivo de la dictadura, con lo cual este sinsentido podría entenderse como un contra-lenguaje o un movimiento voluntario para alejarse de todo tipo de discurso y de realidad y crear así un nuevo mundo: el mundo de la escrituraIncluimos cuatro textos de dicho trabajo.

 

Para cerrar esta “breve mirada” mencionamos a Gustavo Wojciechowski (1956), mas conocido por “Maca”, que ha desarrollado una larga carrera como diseñador gráfico, siendo hoy en día docente y catedrático de la Universidad Ort, en el área de tipografía, en la que ha obtenido un amplio reconocimiento a nivel nacional e internacional. Como diseñador cabe mencionar su trabajo en las editoriales “Ediciones de UNO” (1982 – 1993) y “Yaugurú” (2004 al presente). Trabaja en el campo de la poesía verbal, con varios libros publicados, incursiona en la performance, la poesía sonora, la poesía digital y desarrolla un interesante trabajo en el que transita por la poesía visual y la poesía ilustrada, incluyendo el collage y el apropiacionismo en sus obras. Aunando su tarea docente con la de editor, ha dirigido varios proyectos en los que cruza a poetas con diseñadores, de manera similar a las experiencias del “Club de grabado”, llevando el resultado de las mismas a montar exposiciones y publicarlas, como por ejemplo “20 X 20″ (2008 – Yaugurú / Argonauta), “Urumex, poesía y diseño” (2010 – Yaugurú), “Impro ¡:” (2013 – Sala Saez), “Guay” (2014 – Yaugurú). Los trabajos que seleccionamos pertenecen a su libro “Tipo Grafía, poemas & polacos” (2002 – Argonautas).