Poems
by Luis Fores

 

 

De CHAN. Mirada zen

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Partir…,

Hogar pasaje sobre el fuego,

partir hacia la soledad más honda…,

hacia la hora más oscura…,

hacia la negritud del bosque…,

el bosque sin caminos de la noche cósmica…,

la noche del devenir espacio

tiempo

dionisíaco del mundo…

 

De CHAN. Mirada zen

 

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Calma verde el infinito azul.

Nostalgia amarilla para la genista que arde aún sobre los muertos.
El verano de la vida mercadea la plenitud como estraperlo.

Los niños compran a sabiendas su guerra cada tarde.

Se dispensan larvas de razones en el viento.

                             Con báculos de odio se fustigan anfibios

                                          en la feria de los cepos.

Venden paseos marinos por la proa de la memoria.

Nidos de culebras cautivas construyen la temeridad

junto al espejo inerte de las aguas…

 

Así entonces…, otro día,

la armadura de la noche abrirá

como ayer la sed futura de sus bóvedas.

Nos desalojará del mito

junto al manantial que mutila y envejece.

Nos donará nebulosas plegadas para el sueño

sobre las sagradas acacias de Tanzania.

Entonces…,

en atisbo de promesa que el pincel germina,

entonces…,

cuando todo es horizonte velado para el mundo,

sólo música cayendo

al abstracto rocío de los lienzos.

 

De Ágrafa memoria

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Manchas del Afuera los cuerpos,

galaxias apagadas en la jaula de los ojos

anidan sobre el barro del Golem

El láser de la palabra justa

sabe habitar el instante más desnudo:

el relámpago fundido

                                  con el seno de las hierofanías,                                 

el misterio en grieta

partiendo en dos

la noche de la lengua…

 

De Ágrafa memoria

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Premonición

 

Hogar de lo manso

sobre prados de viento.

Aún llueve no lejos

el miedo sobre las flores de raíles.

Cada ráfaga de las máquinas lanzadas

devuelve el azote de un devastado “nunca más”.

Se estremece la piedra y los cuervos.

  • Si otro destino -se dicen- nos hubiera sido asignado…,

si hubiéramos podido retener fuera del tiempo

la promesa que las noches dejaron bajo llave

en los días de dicha para ser custodiada por los siglos de los siglos.

  • Si hubiéramos podido, antes que cualquier ratero de rosas

la amase bajo cuchillo para ser violada.

  • Si hubiéramos removido el dolmen, el velo de agua que acoge levemente su fuego, la lápida bajo la lluvia de los días para atrevernos a recoger por fin la cosecha de lo que no logró retenernos sobre la estela de las olas…

Abríamos podido aprender más del fracaso

con otra forma de estusiasmo.

 

Bandadas de cuervos ahora

sobre los campos de barbecho…

Y en la cabaña del estanque turbio,

tras el muro de fresnos que detiene las auroras,

solo un viejo borracho en su delirio.

 

De Ágrafa memoria

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La guerra

 

Campo de lealtad…

lo que importa del espejismo

en la apacible borradura del vivir

acepta sangre de emperadores.

Loas al mascarón en letanías de derrota.

Más que el linaje sin cuna tensan el arco

los humildes títeres de la voracidad.

 

Ráfagas hacia el vapor del mediodía

no anuncian la indolencia del cadáver.

Somos la exaltada bandera de la aurora

que ha de arriarse sobre la cumbre del deseo

para que el buitre siga mudo

en su banquete.

 

De Los oficios del fuego

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Desde las fosas comunes

 

Un latido de azar erais

en el huracán de la necesidad.

Apócrifos antiguos descifran maleza

en pedregosos caminos del otoño…

El libro del olvido arde aún

en las cunetas del invierno…

Algas de nube transparente

ascienden desde las fosas comunes…

Un latido de azar eras

en el huracán de la necesidad.

Un baldío purgatorio

donde pájaros tardíos

aún anuncian que el destino

ya no desciende en cascada

a los espejos…

Un destino que apenas

nacido posa esperas

heridas en viaductos

y tribus de voces en exilio

y un tectónico infierno de deseo

que nos devolverá benditas

para siempre las reveladas

fisuras de unos huesos…

 

De Bancos de niebla

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El desierto avanza

 

El desierto avanza, aprendiste…

 

Invasiones azules de cobalto

dentro de cápsulas urbanas

en homicidas ataques celulares…

 

Fosas comunes para pantallas nacientes.

Índices de volumen y vacío

en la tinta seca de los mapas.

 

Cascotes de amianto en maná

para otras vidas malaria de orfanato.

Corroen radiactivas las parcas

la torpe osadía de las necrópolis.

 

Vectores tubulares de milagros B-52

en cartesianas pulsiones con los que ocultar

diamantes bajo estercoleros humanos…

 

Materias de rabia en los rostros del biopoder

que no consiguen saciar con sumisión

suficiente la sed caníbal de los atlas.

 

Almas heridas en paraísos de lunas

que con el blanco negro de los ecos

como palabras residuales

a la intemperie naufragan.

 

El desierto asciende, aprendiste…

 

En él llegaste a Mundo… y su infancia

en el espejo de Maya son aceras

amargas de postales en cadena…

 

Espacio-tiempo en las cosas que -virtuales

ya entonces- en ceguera coexisten

para el atónito vuelo de tus ojos…

 

De Bancos de niebla

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Nota biográfica:

 

Luis Fores, España, 1960, es poeta, artista plástico y antropólogo del arte. Durante su larga dedicación profesional al arte llevaría a cabo estudios teóricos y prácticos en diferentes escuelas y facultades universitarias. Ha realizado proyectos en el ámbito de la pintura, la escultura, la fotografía y la performance, extendiendo su campo de acción al diseño e ilustración tanto de libros como de revistas. Compagina su sostenida labor creadora en diversos frentes con la escritura de poemarios, la teoría del arte y la enseñanza como profesor de filosofía. Mantiene publicados artículos de investigación sobre arte y filosofía, así como trabajos poéticos y fotográficos tanto en revistas españolas como extranjeras.

En el campo de la poesía ha publicado El arca profanada (Ed. de la Torre, 1983). Por el sendero de las multiplicaciones, (Ed. sin Frontera,1988).

Mantiene inéditos los poemarios El libro de los cenotafios (1979), El viaje, una mirada (1980- 90), Daedalus I, II, III 1980-90 (Trilogía sobre poesía visual), CHAN. Mirada zen (1983), Neutronia I, II, III 1985-95 (Trilogía), Los oficios del agua (1990), Los oficios del fuego (1992), Materia de deseo (1994- hasta el presente), Llama la memoria I, II, III. (1996- hasta el presente).