ANA MONTENEGRO: PIEL Y PELO mediaciones poéticas de un cuerpo en resistencia
by Silvio De Gracia
Una de las notas sobresalientes del trabajo de Ana Montenegro es la intermedialidad. Su lenguaje esencial es la performance, pero desde esta matriz productiva ella opera desplazamientos y cruces que se ajustan perfectamente a la propuesta de los intermedia del Fluxus Art, elaborados por Dick Higgins a mediados de los años 60. En todas sus producciones, ya sean acciones, performances para cámara o poemas visuales, evidencia un marcado carácter intersemiótico, lo que la vincula directamente con los planteos del movimiento conceptualista.
En Piel y pelo, la artista proyecta su mirada crítica de la sociedad patriarcal y las distintas formas de violencia que se infligen a las mujeres. Pero lo hace desde un posicionamiento conceptual que busca el desamarre de otras narrativas ya frecuentadas, descentrando registros usuales y haciendo pulsar sentidos que nos incomodan y nos afectan desde las intensidades del cuerpo y la palabra. Sus obras se configuran en la intersección de lo corporal y lo escrito, en una zona fronteriza donde lo performático y lo escritural se encuentran y se interpenetran. Dos procedimientos que definen fuertemente la práctica de la artista la asisten en sus investigaciones: la apropiación y el desvío.
La apropiación en Ana Montenegro no es sólo un método, sino esencialmente un dispositivo conceptual, que le permite anudar significados que ultrapasan toda forma de normatividad. Así, en la serie Phallus, realizada en colaboración con la fotógrafa y cineasta Barbara Cunha, las cuatro imágenes que la componen replican simbólicamente al poder objetualizador del macho, en un ejercicio de apoderamiento de los atributos estereotipados de la masculinidad. En dos de las fotografías, la artista sugiere la apropiación del vello masculino, provocando un dislocamiento de género, mediante la simple superposición de un papel de calco sobre su rostro y pecho. En el primer caso, ha diseñado sobre el papel bigote y barba; en el segundo, ha reproducido la pelambre de un pecho de hombre. En las dos fotografías que completan la serie la estrategia se exacerba, al presentar imágenes donde se alude a una apropiación de la energía fálica. En una de ellas, el falo es sobrepuesto sobre el pubis de la artista a través del dibujo de un triángulo, cuyo vértice apunta hacia arriba; en la otra, se lo presenta metamorfoseado como una flor de la que emerge un pequeño pistilo. En un registro semejante se inscribe la performance titulada La soledad áspera, donde la artista ejecuta una pieza sonora con un serrote musical, basada en una partitura compuesta por el músico Wilson Sukorski. La forma de tocar el instrumento, con su ubicación entre las piernas, y la modulación del sonido por la tensión y la curvatura de la sierra a partir de la presión de la mano, evoca una figura fálica y las evoluciones de un ritual onanista. Como en Phallus, se opera un desplazamiento deconstructivo, donde la identidad sexual y las convenciones de género se dinamitan; el paisaje sonoro hipnótico, con sonidos repetitivos y perturbadores, instala una gramática divergente en la que la figura del macho deviene presencia fragmentaria y objetualizada. En diálogo con estas dos piezas, se plantea Piel y pelo, el dibujo de una vagina enmarcada que ocupa en solitario toda una pared. El sexo se muestra a la vez real y abstracto, en parte mancha ominosa, en parte carnadura natural. Lo que está llamado a inquietar es la exuberancia del vello púbico; es aqui donde se juega el sentido crítico de la obra; el pelo liberado apuntala un contradiscurso reivindicatorio frente a las imposiciones de los criterios hegemónicos de belleza.
La otra estrategia con la que Ana Montenegro diagrama sus propuestas es el desvío. En el libro A mosca Textos intraducidos, producido en colaboración con el poeta catalán Ferran Destemple. la artista no escribe una sola palabra original. En realidad, no escribe nada, sino que se adueña de textos literarios para producir textos-collages, a partir de mecanismos de apropiación y montaje. La radicalidad de su propuesta se manifiesta en una literatura sin escritura propia. Frases y segmentos enteros de escritura ajena son robados y utilizados para crear nuevas composiciones que, paradojalmente, sostienen un decir propio. El mismo procedimiento se reitera en Reproducción prohibida, un video donde la artista aparece de espaldas, frente a una pared blanca, mientras se reproduce una narración en off sobre la posible imagen frontal de su cuerpo. El texto que se lee (en la misma voz de la artista) está compuesto desde la manipulación y desvío de fragmentos que forman parte de su repertorio de lecturas. En lugar de describirse con sus propias palabras, la artista insiste en el saqueo y el collage literario, la fragmentación y el reencuadre. En consecuencia, en ambos casos, en el libro y en el video, se traviste en escritora, produciendo piezas literarias inéditas a partir de materiales ajenos. Desde la trama poética que urde entre el texto y las imágenes evocadas, Reproducción prohibida nos habla acerca de las construcciones ficcionales sobre el cuerpo del otro, especialmente sobre el cuerpo femenino. Estas proposiciones se sitúan dentro del campo de la poesía experimental, un territorio donde el cruce de lo visual y lo verbal se resuelven en formas híbridas que la artista viene explorando desde hace tiempo. Pero la incursión en la poesía experimental, específicamente de influencia concretista, se manifiesta con mayor fuerza en la serie titulada Poemas Anacíclicos, poemas que se componen a partir de la cualidad palíndroma del propio nombre de la artista. Las variaciones que se ofrecen a la mirada no solo explotan visualmente las posibilidades del nombre, Ana, sino que funcionan como una maniobra de afirmación y, al mismo tiempo, disolución de la propia identidad.
Finalmente, el video El grito, una singular versión de la partitura Danger Music N°7 de Dick Higgins, grafica con crudeza la violencia contra la mujer en la sociedad contemporánea. Una vez más el desvío, en este caso de una escena icónica del filme Psicosis de Alfred Hitchcock, la secuencia del apuñalamiento en la ducha, proyectada en un celular y superpuesta a la boca de la artista, da voz en el grito de la actriz a todas las mujeres exterminadas por el sistema patriarcal. La artista, Ana Montenegro, no grita, sino que el grito parte de la ficción, pero este grito ficcional nos afecta intensamente en la dispersión de sentidos que trafica, a partir de su amarre en una estetización casi pornográfica de la muerte.
Con Piel y pelo, Ana Montenegro profundiza en su exploración poético-conceptual de las asperezas del cuerpo y la palabra. En su búsqueda estética por un decir inapelable, se prodiga en formas de mediación poética que incluyen el cuerpo, la escritura, lo sonoro, lo verbal y lo visual. En tanto lucha por desmarcarse de los territorios ya muy transitados, logra concebir una obra atípica que insiste en la dureza de sus interpelaciones, pero sin sacrificar una poética que torna sus significados más amplios y más sutiles a la hora de consumar la afectación crítica del espectador.
Silvio De Gracia, 23 de julio de 2022.
PIEL Y PELO DE ANA MONTENEGRO
HOTEL DADA Base de Arte Correo y Poesía Experimental
Junín, Buenos Aires, Argentina
Del 5 de agosto al 3 de septeimbre de 2022.
Curaduría: Silvio De Gracia.
Ana Montenegro (Brasil/Argentina)
Artista visual y performer. Con formación en arquitectura, escenografía y semiótica peirceana, desarrolla cursos de Proceso Artístico con base en la semiótica, talleres, charlas y asesorías para artistas. Vive y trabaja entre Brasil y Argentina. En Brasil, fue incluida en algunas de las muestras y eventos más prestigiosos dedicados al arte de performance, tales como Mostra Verbo, en San Pablo; Festival Performance Arte Brasil, en el MAM de Río de Janeiro; Performance Presente Futuro, en Oi Futuro, Río de Janeiro; MIP 3 III Manifestação Internacional de Performance, en Belo Horizonte, entre otros. Se destacan sus participaciones a nivel internacional en importantes muestras y festivales como FONLAD, Festival Internacional de Video Arte e Performance, 16a edición, Portugal (2021): Another version of the life, RLAP, Le Lieu, centre en art actuel, Quebec, Canadá (2021): IMAF 2021, 23rd International Multimedial Art Festival, Odzaci-Novi Sad, Serbia (2021): The Amazon Must Live, Museo Diotti, Casalmaggiore (CR), Italia (2021): LA PERSISTENCIA DEL CUERPO Rastros del Arte de Performance en América Latina, en el EAC Espacio de Arte Contemporáneo, Montevideo, Uruguay (2018); CUARTO APARTE CA5.0, Cuenca, Ecuador (2018); LATITUDES – Festival Internacional de Performance Art, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (2018).
Desde 2020, codirige la galería HOTEL DADA Base de Arte Correo y Poesía Experimental, profundizando sus investigaciones en el campo de la poesía acción, la poesía visual y los libros de artista.